Historia de Andorra

La historia de Andorra es una historia relativamente joven. Su altura ha hecho que sus cumbres y gran parte de sus dominios hayan sido zonas inexpugnables durante siglos. No obstante, se dice que fue Carlomargo quien fundó esta Ciudad en el año 805.

Los primeros indicios de asentamientos, aunque no muy concretos, están en Engordany, en el Siglo I o II antes de Cristo.
En la Edad Media, Andorra y sus valles pertenecieron al Condado de Urgell, poco después pasaron a manos del vizcondazo de Castelbó después de que los condes lo cambiaran por otras tierras en Cerdaya. Después estas tierras pasaron a manos del Condado de Foix y después se convirtió en un coseñorío, y se repartían esta zona el Conde de Foix y el Obispo de Urgell tras un tratado firmado en 1176. Esta situación se mantiene hasta el Siglo XIII, cuando ambos deciden dividir estas tierras tras años y años de disputas.
A partir de estos días, el Obispo de Urgell y el Rey de Francia son los que Gobiernan Andorra. Esta situación se mantiene hoy en día, con el matiz de que en Francia ahora hay una República, y el que tiene la responsabilidad sobre Andorra es el Presidente de la República.
El Principado, desde que en el Siglo XIII se estableciera esa situación política, la ha venido manteniendo hasta nuestros días, salvo un pequeño periodo de anexión que tuvo cuando Napoleón gobernó Francia.
Durante el siglo XV, los condes de Foix se convierten en los Reyes del Reino de Navarra. Un siglo más tarde, en 1589 Enric, Rey de Navarra, conde de Foix, vizconde de Béarn y señor de las tierras de Andorra, se alza con el trono de Francia. En 1419 se llevó a cabo la primera forma de autogobierno de Andorra con el Cosejo de la Tierra.
En el Siglo XIX la política de Andorra se va fraguando, se establece una democracia en la que los cabezas de familia podían votar y decidir a sus representantes.

Actualidad

En nuestros días, Andorra es un Principado Parlamentario Constitucional. Su constitución data del año 1993, concretamente del 14 de marzo, y el poder recae, al igual que en el Siglo XIII, sobre el Obispo de Seu d’Urgell y el presidente de la República de Francia.
Su territorio se divide en parroquias, algo similar a lo que conocemos por distritos en las grandes ciudades, y su capital es Andorra la Vella.

En lo referido a la economía, a día de hoy el Principado tiene una fuerte dependencia del turismo, con un 80% del Producto Interior Bruto y nueve millones de personas que la visitan anualmente. Andorra tiene un turismo de invierno, el del esquí y un turismo de verano, el de la naturaleza y la alta montaña. Es por ello que es una ciudad en la que los hoteles en gran medida permanecen abiertos todo el año.

Actualmente, Andorra no es un miembro de la Unión Europea, pero tiene relación directa con la institución supranacional y acuerdos puntuales, por ejemplo, la moneda actual de Andorra es el Euro.

En nuestros días, el país posee unos 80.000 habitantes, divididos, entre Andorranos (un 35%) aproximadamente, españoles (un 38%), franceses y portugueses, que conforman un 20% y de otras nacionalidades un 5% aproximadamente. La religión de Andorra es la católica.

Andorra, a día de hoy, es un principado que vive de deportes como el esquí y de actividades que se pueden desarrollar al aire libre en sus dominios. Es una ciudad donde la gente viene a esquiar, viene de compras o a pasar unas vacaciones en la montaña.